
Como se desprende de un reciente estudio de la Fundación Affinity, cerca de un 12% de perros y gatos son abandonados después de las fiestas de Navidad.
La gran parte de ellos son animales que han sido regalados a los más pequeños de la casa por un mero capricho pasajero, y conforme van creciendo, y dejan de ser cachorros, suponen una carga para la familia, ya que ningún miembro quiere hacerse cargo del animal.
En estas fechas, los refugios y centros zoosanitarios se encuentran desbordados a causa de estas irresponsabilidades.
La adopción de un animal es una acción muy generosa y gratificante, y a la vez, debe ser una decisión coherente y responsable. Por lo que se aconseja a los padres, que no se dejen influenciar por estos caprichos infantiles, y recapaciten sobre tal decisión.
Si quieres adoptar a un amigo, hazlo con responsabilidad. Muchos animales esperan su segunda oportunidad.
Fuente: Fundación Affinity